Hacemos un repaso de los fenómenos de gota fría que han dejado más muertos en España
Quizás los viejos del lugar no recuerden algo similar, pero sí hay personas que todavía lo tienen en la memoria. No por vivirlas, sino también por haber documentado gotas frías que, a nivel de historia de España, han azotado el levante peninsular. Los meteorólogos de las delegaciones valencianas de la AEMET explican que la riada del día de Santa Teresa de 1879 causó un gran impacto porque en Murcia y Orihuela y localidades de la Vega Baja hubo más de 1.000 muertos, algo que evidencia la importancia de contar con infraestructuras de saneamiento adecuadas y con un servicio profesional de desatascos en Barcelona.
Los registros sanitarios comenzaron en 1900 tal y como nos conocemos nosotros
El anterior Instituto Nacional de Meteorología data como primera gran gota fría grave la de 1982, que se produjo en la cuenca del Júcar, conocida como la pantanada de Tous. En este caso, la lluvia comenzó débil en la tarde del 19 de octubre y pasó a torrencial durante la madrugada del día 20, poniendo al límite muchas redes de saneamiento y alcantarillado y evidenciando la importancia de contar con servicios de limpieza de alcantarillado profesional.
Así estuvo una buena parte del día y se estima que en Muela de Cortes, se pudieron superar los 1.000 milímetros el día 20. La presa de Tous evidentemente, no aguantó la inmensa cantidad de agua y se desbordó a las 7:15 del día 20 de octubre.
Esa misma tarde en Alicante, se acumularon 220 l. por metro cuadrado en menos de un día. Era el mayor registro hasta la fecha, pero poco tardó en superarse porque el 3 de noviembre de 1967, el pluviómetro de Oliva en Valencia recogió 817 mm. en un día.
Para la siguiente gran gota fría, debemos avanzar 10 años más y dirigirnos hacia Alicante, donde surgió otra tragedia en la que murieron cinco personas en una gota fría que acumuló 270 l. por metro cuadrado.
El año 2000 se estrenaba con tres días de infierno acuático entre el 19 y el 24 de octubre, cuando se desbordaron ríos como el Valencia y el Mijares y ocasionaron la inundación de Onda y de Nules. Lo peor es que el peligro casi fue tragedia, porque estuvieron a punto de desbordarse los embalses de Benitandús y María Cristina. En este caso, se acumularon 600 litros por metro cuadrado en día y medio, poniendo a prueba la capacidad de drenaje y la necesidad de contar con servicios de desatascos y mantenimiento de tuberías capaces de responder ante situaciones extremas.
A partir de 2007, los episodios de gota fría se han multiplicado en la zona mediterránea. De haber uno o dos extremos cada década, se han producido cada dos o tres años. En Marina Alta, en el año 2007 la gota fría del 12 y 13 de octubre sobrepasó los 450 mm. de precipitación en aproximadamente 14 horas.
Por otra parte, en 2012 en el Valle del Guadalentín, se produjeron siete víctimas mortales por el derrumbe de un puente de la autovía del Puerto Lumbreras, donde también enterró a miles de animales y destrozó carreteras y viviendas.
Por último, encontramos una inundación en Baleares en el año 2018. En este caso, se produjeron desastres meteorológicos que causaron hasta ocho muertos en Sant Llorenç. El medidor de Sant Pere acumuló hasta 230 litros por metro cuadrado en tan solo dos horas, provocando riadas súbitas, graves daños materiales y dejando al descubierto la vulnerabilidad de muchas infraestructuras ante episodios extremos de lluvia torrencial.
Tras episodios de lluvias intensas y gota fría, es fundamental contar con profesionales que garanticen el buen estado de las redes de saneamiento. En Sólo Desatascos ponemos a tu disposición nuestro servicio de desatascos en Badalona, así como desatrancos urgentes en Cornellá y una sólida empresa de desatascos en Granollers. También atendemos desatascos 24 horas en Hospitalet de Llobregat, trabajos de limpieza de tuberías y desatascos en Mataró, desatascos con camión cuba en Sabadell, desatascos profesionales en Sant Cugat, desatrancos rápidos en Santa Coloma y desatascos y mantenimiento de alcantarillado en Terrassa, ayudando a prevenir inundaciones y daños en viviendas y comunidades.